Viernes 19 Abril 2024

En el dia de ayer salí en búsqueda de este preciado a bien, el azúcar, tomadora de mate como muchos argentinos, pero no tan gaucha como para tomarlo amargo, la diferencia de precios no dejo de asombrarme, en una cadena de supermercados de origen francés, la encontré a $ 8.50, de la de Precios Cuidados ni noticia, como tenia varias cosas que hacer por diferentes lugares, siempre hablando de Capital federal, no la compre.

Después pase por Villa Urquiza, y entre en una cadena de supermercados importante, de capitales argentinos, directamente no encontré azúcar, no había, le pregunte al repositor, porque no podía creer que en semejante supermercado no hubiera y me lo confirmo, no había.

Ya volviendo hacia mi domicilio, pase por otro súper de esta misma cadena, sobre la Av. Monroe a la altura de Coghlan, y seguí con la búsqueda, increíblemente había, y a Precios Cuidados, $ 6.00.

Contando la "anegda" con una amiga ella la compro la azúcar en un súper como vulgarmente se los conoce chino, en Villa Pueyrredon, a cuanto le pregunte, ya como si estuviéramos hablando del precio del dólar, y me dijo a $ 10.00.

Convengamos que yo tenía un día de trámites, por diferentes lugares de la Comuna 12, pero no creo que nadie disponga del tiempo o de la salud como para hacer el recorrido.

Que hay inflación nadie niega, aunque a mi sueldo no llego, pero me pregunto, el que vende la azúcar a seis pesos pierde, y el que la vende a ocho cincuenta no esta ganando de mas, y el que la cobro a diez pesos como lo llamamos, me gustaría escuchar una explicación sobre la diferencias de precios, aunque me la imagino, el galpón donde la guardo tiene mas costo de alquiler, yo la traigo de mas lejos, mi azúcar es mas refinada, mis empleados ganan mas, mi envase vale mas caro, hubo una devaluación y bla, bla, bla.

Sacando de lado las simpatías políticas que cada uno tenga respecto de este tema de los precios cuidados, lo que yo recuerdo, porque a pesar de los años conservo bien la memoria, es que cada vez que en este País el que trabaja, tiene un pesito de mas, empiezan a subir y subir los precios, entonces todos pedimos aumento de sueldo, y los precios aumentan nuevamente, es circulo dañino, imposible de cortar.

Pero no hay que olvidarse que el poder lo tiene el que consume, aprendamos de una vez por todas a ejercerlo, según las estadísticas del Gobierno de la Ciudad los reclamos en Defensa del Consumidor han subido en los últimos años, y muchas personas han recibido resarcimiento por sus denuncias, hecho que me parece muy bien, que de una vez por todas aprendamos a no dejarnos estafar, hay que cuidar el dinero que tanto nos cuesta ganar, desde mi modesto espacio en esta Ciudad, les aviso a los hacedores de precios, pagare el precio justo, otro no.