Si algo recuerdo de mis días de reuniones en el CGP de mi barrio anterior, es lo mucho que aprendí en las reuniones de Higiene Urbana, si los que transitamos por el centro o zona norte de la Ciudad nos quejamos de los residuos, la zona sur tiene lo suyo, intensificado por la cantidad de talleres clandestinos, que normalmente de desasen de los recortes de telas a unas cuadras de donde operan para no ser descubiertos, tirándolos en cualquier lado.
Volviendo al tema de la higiene en la Ciudad y las reuniones, recuerdo que los cestos colocados en las viviendas de muchos frentistas, que hicieron furor en su momento, no estaban permitidos, se los dejo porque al estar las bolsas arriba, no sobre la vereda, impedía a los animales romper las bolsas en busca de comida, o sea que de alguna forma ayudaban a la limpieza urbana.
Pasado unos cuantos años, el tema de la higiene ciudadana sigue en la palestra, después de mucha propaganda, de juga limpio, ciudad verde y demás, un porcentaje importante de porteños o de visitantes, sigue tirando la basura en cualquier lado, somos duros de aprender.
En este momento la mayoría de los barrios de la Ciudad ya está contenerizado, ya no esta pasando mas el recolector que se llevaba la basura por las noches, en cualquier horario del dia, el vecino puede dejar sus residuos en el contenedor de su cuadra.
Como no se multa, palabra fea a la hora de simpatizar con el vecino, en los cestos colocados en las veredas, los cuales ya han quedado sin razón de ser, algunos despistados o distraídos, siguen dejando basura, caminando mi comuna, tengo muchas fotos de lo relatado.
Creo a mi modesto entender, que ya seria hora, (ya que nunca estuvieron permitidos) de removerlos, sacarlos de circulación, ya sea por el Gobierno de la Ciudad o a cargo del frentista que lo coloco, ayudaría en gran medida a la limpieza, ya que el la actualidad han quedado como elementos sin utilidad.
Recuerdo como hecho anecdótico los diferentes modelos de cestos, desde los muy formales realizados por herreros, se podría decir de calidad, hasta algunos graciosos o improvisados, ni hablar del clavo colocado en el árbol para colgar la bolsa, hechos del pasado, que ya habría que dejar en el olvido, aunque a esto se lo pueda catalogar de una acción menor, todo ayuda a la hora de concientizar sobre lo que debe ser la higiene de la Ciudad.